Cuando pensamos en casinos en México, a muchos se nos vienen a la mente los salones modernos de hoy en día, con sus luces neón y máquinas de última generación. Pero la historia del juego organizado en nuestro país es mucho más antigua y fascinante. ¿Se han preguntado cuál fue el primer casino como tal? La respuesta no es tan sencilla como parece, pues el concepto ha evolucionado, pero podemos rastrear sus orígenes a lugares muy específicos.
Un Vistazo al Siglo XIX: Las Casas de Juego y el Club Jockey
Formalmente, el concepto de «casino» como lo conocemos hoy tardó en cuajar. Sin embargo, en el siglo XIX, ya existían en México casas de juego donde la gente se reunía para apostar, principalmente en juegos de cartas como el monte o la lotería. Eran más bien sitios clandestinos o semi-clandestinos, o bien, tertulias privadas de gente pudiente.
No obstante, si buscamos algo más parecido a un establecimiento formal y con cierta infraestructura, tenemos que hablar de uno de los lugares más emblemáticos de la Ciudad de México: el Club Jockey de México. Aunque no era un casino en el sentido estricto actual, sí funcionó como un centro social exclusivo donde se practicaban apuestas de alto nivel, especialmente en las carreras de caballos.
- ¿Cuándo y dónde? El Club Jockey fue fundado a finales del siglo XIX, en 1881. Su sede original estuvo en la Casa de los Azulejos, en el corazón del centro histórico de la Ciudad de México.
- ¿Por qué es relevante? Este club era el punto de reunión de la élite porfiriana, donde se mezclaba la vida social con las apuestas. Si bien no tenía máquinas tragamonedas, las mesas de cartas y las apuestas en eventos hípicos eran el pan de cada día para sus miembros. Fue uno de los primeros lugares donde el juego se institucionalizó a un nivel de élite.
La Época Dorada de los Casinos en el Siglo XX: De la Clandestinidad al Auge
Con la llegada del siglo XX y, sobre todo, durante la época post-revolucionaria y el Porfiriato, las casas de juego y salones de apuestas tuvieron un auge, aunque a menudo en una zona gris de la legalidad. Sin embargo, hubo un momento clave para el desarrollo de los grandes casinos: la década de 1930.
Fue en esta época cuando, bajo ciertos permisos gubernamentales, florecieron algunos complejos que sí se parecían mucho a los casinos modernos, atrayendo incluso a turistas extranjeros y a la farándula de Hollywood.
- El Casino de la Selva en Cuernavaca: Aunque no fue el primer «casino» como tal en México, el Casino de la Selva en Cuernavaca, Morelos, es uno de los más famosos y representativos de esta época dorada. Se inauguró a principios de los años 30 y se convirtió en un ícono. Era un complejo enorme con albercas, jardines, restaurantes y, claro, su gran salón de juegos con mesas y máquinas. Su fama era tal que atraía a celebridades de la época y se volvió un punto de referencia para el entretenimiento y el lujo.
- Otros Casinos Famosos: En la misma época, otros lugares como el Agua Caliente en Tijuana, Baja California, también vivieron su apogeo. Estos complejos eran verdaderos paraísos para el juego y el ocio, y fueron de los primeros en operar a una escala considerable y con una estructura similar a la de los grandes casinos internacionales.
Curiosidades de los Primeros Casinos en México
- Prohibición y Resurgimiento: A lo largo de la historia, el juego ha estado en un vaivén legal en México. Hubo periodos de prohibición total o parcial que llevaron a la clandestinidad de muchos sitios. La Ley Federal de Juegos y Sorteos de 1947 fue un parteaguas, regulando de manera más estricta la actividad, y estableciendo los cimientos para los permisos actuales.
- El Vínculo con el Turismo: Desde sus inicios, los grandes casinos en México estuvieron muy ligados al turismo, especialmente al estadounidense, que buscaba un lugar cercano para divertirse y apostar sin las restricciones de su país.
- Arquitectura y Arte: Muchos de estos primeros grandes casinos no solo eran centros de juego, sino también obras arquitectónicas impresionantes, que albergaban murales de artistas famosos (como el Casino de la Selva, que tenía murales de Siqueiros).
En resumen, el concepto de «primer casino» en México es un poco difuso, pero podemos decir que evolucionó de las casas de juego privadas del siglo XIX a los grandes complejos de entretenimiento de los años 30. Lugares como el Club Jockey sentaron las bases para una cultura de apuestas organizada, y después, el Casino de la Selva y Agua Caliente marcaron una época de esplendor para los grandes establecimientos de juego en nuestro país.
¡Así que ya lo saben, la historia del juego en México es tan rica y llena de altibajos como una buena partida de póker!